3 de julio de 2012

Bezoya y Emoto te venden la moto



¿Se imaginan que una de esas empresas de apuestas por internet que están tan de moda últimamente contratase a un trilero para protagonizar sus anuncios? ¿Y una compañía aérea que informara de que la seguridad de sus vuelos está garantizada por un chamán que asegura ser capaz de levitar? ¿Y si una compañía de telefonía móvil anunciase que sus líneas han sido concienzudamente analizadas por un telépata?

Pues resulta que el Grupo Leche Pascual ha tenido la ocurrencia de hacer algo parecido para promover su marca de agua Bezoya, mediante una campaña llamada "Mensajes en el agua" protagonizada nada más y nada menos que por Masaru Emoto.


Según los publicistas de Bezoya, el doctor Emoto es un científico japonés conocido por sus investigaciones sobre la cristalización del agua. Bueno, algo sí han acertado: es japonés y se llama Emoto. Lo de "doctor" depende de la validez que le queramos dar a un papelito comprado a una conocida imprenta de títulos, la rimbombante "Indian Board of Alternative Medicine", cuyos títulos se diferencian del que podamos hacer nosotros en casa con un poco de trabajo de photoshop en que resultan algo más caros. Lo de "conocido por sus investigaciones"... bueno, eso sí es en parte cierto: es muy conocido, pero como un auténtico charlatán, capaz de vender agua a 140 dólares el litro, precio que se justifica por su "estructura hexagonal" que le permite, agárrense, hidratar a quien la bebe. Y lo de científico... verán, el hombre se hizo famoso gracias a sus afirmaciones de que el agua reacciona a nuestros sentimientos y buenos deseos, reacción que puede comprobarse mediante la observación de los cristales de hielo que se forman al enfriarla. Así, por ejemplo, si mientras se congela tú le dices al agua que la quieres mucho salen unos cristalitos así de monos:




Pero, en cambio, si le dices que es idiota, lo que te sale es esto:




Y si en vez de hablarle nosotros lo hace Hitler, el agua, aunque no sepa alemán, es capaz de captar al tipo que está hablando y congelarse formando auténticos churros como este:




Y si les parece increíble que alguien pueda decir semejantes bobadas (no se preocupen, no son los únicos) echen un vistazo a esta galería y me cuentan.

Cabe suponer que los responsables de la campaña de Bezoya sabían algo de esto, pero lo han encontrado tan impresentable que en su lugar dicen en el vídeo que Emoto asegura que

cuanto más cerca está el agua de la naturaleza más bella es la forma de sus cristales


Lo cual, por otra parte, tampoco sería tan disparatado si traducimos "más cerca de la naturaleza" por "más limpia de impurezas": evidentemente el agua muy sucia cristalizará peor. A no ser, claro, que la tratemos con alguno de esos cachivaches engañabobos patrocinados por Emoto.

Que es, y con esto volvemos al principio, lo más pasmoso de todo este asunto: no es un charlatán más o menos anónimo, sino que es ampliamente conocido y ha sido repetidamente desenmascarado, de modo que asociar la imagen de una marca con semejante individuo puede resultar incluso contraproducente para esa marca.

Algo así le preguntamos el otro día desde Círculo Escéptico a los responsables de marketing del Grupo Leche Pascual, que de momento se han limitado a dar acuse de recibo de nuestro mensaje, pero no una respuesta. Pero mientras tanto el caso ha aparecido publicado en bitácoras como El Blog de Centinel, Ecoforestalia o Magonia. Y, lo que es aún peor para los intereses de Leche Pascual, la prensa ha recogido unas declaraciones de Emoto (aquí, aquí o aquí, por ejemplo) que no es que rocen el esperpento, es que lo sobrepasan.

Como le decíamos a Grupo Leche Pascual en nuestro mensaje,

Ética e incluso legalmente nos parece muy discutible basar una campaña publicitaria en afirmaciones e ideas pseudocientíficas. Pero hacerlo confiando la imagen de una marca de agua mineral a un individuo conocido mundialmente por inventarse falsas propiedades del agua nos parece, además, un grave error de cálculo por parte de una empresa como el Grupo Leche Pascual.

Y es que a una empresa eso de la ética puede traerle más o menos sin cuidado, y la legalidad, en un país en el que la protección del consumidor es poco menos que un chiste sin ninguna gracia, tampoco tiene por qué importarle. Pero a lo mejor, si les recordamos que se arriesgan a que la campaña se transforme en un "Bezoya y Emoto te venden la moto" se lo piensan un poco...

4 comentarios:

  1. Una que también se lo ha recordado...

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  2. pues yo, fernando, será porque no tengo mucha fe en el ser humano, creo que la campaña les va a funcionar cojonudamente bien. y es que el mundo está lleno de idiotas.

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  3. Cuando vi el spot me quedé flipando: la sarta de estupideces parecía no tener fin. En lo que a mí respecta, a Bezoya le ha salido el tiro por la culata. No pienso volver a comprarles ni una botella.

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  4. Anónimo17:14

    Independientemente el agua es un muy buena y tiene un sabor extraordinario

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